Este es el caso de una joven fémina, de apenas 21 años de edad, originaria de Moca, la cual compartió una desgarradora experiencia en una entrevista realizada en Santiago de los Caballeros.
Emelyn Reyes Rodríguez contó que acudió a un centro de salud local. Lo que comenzó como una consulta rutinaria por gastritis se transformó en una tragedia que alteró su vida de manera irreversible.
Emelyn, quien padece diabetes tipo 1 desde los 13 años, acudió al hospital en Moca con su madre debido a intensas náuseas. Allí, el personal médico realizó una prueba de glucemia que mostró un nivel ligeramente elevado. Sin embargo, la situación se agravó cuando una doctora, a pesar de la negativa de Emelyn, procedió a realizar una punción arterial sin su consentimiento.
La joven describe cómo la doctora, tras varios intentos fallidos de obtener una muestra arterial con una aguja, le causó un daño severo en los tendones de su brazo derecho. Este procedimiento desencadenó un intenso dolor y una sensación de frío en su brazo, que pronto se convirtió en una infecc1ón grave.
Después de varios días de fiebre y deterioro de su salud, Emelyn fue trasladada de urgencia a la Clínica Unión Médica en Santiago. Allí, los análisis y una resonancia magnética confirmaron que la infección se había extendido desde los tendones hasta el resto de su brazo. A pesar de los esfuerzos médicos para salvar su extremidad, la infección avanzó rápidamente y la única opción fue la ampvt4c1ón del brazo derecho.
Emelyn ha tenido que enfrentar la dolorosa realidad de perder su mano derecha, una experiencia que ha impactado tanto física como emocionalmente. La joven expresa su frustración al señalar que el personal médico en Moca nunca le explicó adecuadamente el origen de la infección ni asumió responsabilidad. Además, surgieron rumores infundados sobre una posible trombosis, desmentidos por los estudios realizados en Santiago.
La joven también critica la falta de consideración del historial médico de su diabetes por parte de la doctora responsable, lo que agravó su situación. Emelyn y su familia están decididos a emprender acciones legales para buscar justicia y prevenir que otras personas sufran experiencias similares
